Barrio del Huerto del Francés

Cuenta la leyenda que esta zona recibe el nombre de Huerto del Francés porque fue un galo quien lo puso en pie a través del cultivo de diferentes productos. Décadas después, la zona adquirió cierto carácter urbano con la construcción de pequeñas viviendas muy modestas. La historia del municipio cuenta, además, que esta zona siempre se caracterizó por dar cobijo a familias muy humildes.

El paso de los años fue malogrando el barrio. Sin embargo, fue en año 2015 cuando el Ayuntamiento del municipio decidió cambiar la historia de este barrio, ponerlo en valor y hacerlo resurgir de sus cenizas a través de un proyecto de remodelación que implicó directamente a los vecinos que vivían allí.

La iniciativa comenzó con una renovación tanto de la solería como de las redes de saneamiento de agua, que se encontraban deterioradas por el paso del tiempo. Para mejorar el trasiego de los vecinos se eliminaron los escalones de la calle principal de este barrio, que desemboca en una plaza completamente remodelada y presidida por un pozo de forja elaborado por un cañetero.

La reparación de todas las pareces hizo que el blanco y el azul se convirtieran en los colores característicos del barrio. Sólo faltaba un detalle: plagarlo de macetas para convertir la zona un patio cordobés de la capital. Pero con una diferencia: la esencia de la comunidad, el compartir entre vecinos, sigue impregnada en la decena de familias que viven en él. Entre ellas no existe limitación de obligaciones para que el barrio luzca como lo hace. La responsabilidad de que esta zona siga creciendo como atractivo turístico es de todos.

En poco tiempo, el Huerto del Francés ha recibido dos terceros premio y un segundo premio del Concurso Provincial de Patios, Rincones y Rejas de Córdoba, organizado por la Diputación y el reconocimiento por parte de todos los vecinos con el galardón Patrimonio Humano del municipio.